Debido al crecimiento urbano de la ciudad de Valencia ha generado un difícil acceso a la huerta, por eso que se propone realizar un corredor verde. Este eje verde será el conducto para los flujos y movimientos de las personas a lo largo de su trazado que interaccionaran con parques y nodos similares contiguos, con el espacio, calles y carreteras que el envuelven y que servirán como filtros o barrera contra y receptor. Por lo tanto, este eje será un imán lineal que atraerá las personas y se adaptará el tráfico rodado a que discurra por el corredor. El corredor verde irá cohesionándose con todas aquellas zonas sin interés, plazas y parques, unidos por los calles, creando diferentes zonas y caminos. El eje estará dividido en tres partes, una parte donde el eje se tendrá que adaptar más a la variedad de especies de vegetación que la envuelven teniendo en cuenta las tramas, densidad, usos y el entorno del centro de la ciudad. La segunda parte una parte más flexible por la gran variedad de espacios sin interés. Y por último la tercera parte será mucho más rural, ya que será la última parte donde finalmente se accederá a la huerta. Tanto en la primera parte como la segunda habrá un camino más lineal y a la vez de estos van saliendo caminos secundarios más ondulados, creando ritmos diferentes, espacios más íntimos y más tranquilos. Estos diferentes recorridos hará a que aumente los flujos y recepción de personas del alrededores, ya que los caminos se extienden perpendicularmente al eje.