El mayor reto que supone esta vivienda es la del cambio de mentalidad de la construcción habitual o tradicional a una forma de construir y proyectar adaptada a los condicionantes que tiene la construcción con contenedores marítimos. Los contenedores están preparados para ser autoportantes y resistir grandes cargas en su interior, incluso poder apilarse hasta siete piezas una encima de otra. Esta capacidad resistente se ve afectada por los condicionantes arquitectónicos de una vivienda, donde el ancho de 2,5 m se queda corto para la mayoría de sus espacios. Estas cajas metálicas tienen un comportamiento similar a una caja de zapatos a la que, si le quitásemos dos o más de sus caras se plegaría hasta caerse, por lo que es necesario tratarlas estructuralmente para su puesta en obra.
La vivienda proyectada se compone de 10 contenedores marítimos “High Cube 40” los cuales se agrupan como se puede ver en las imágenes. En fachada, 4 de estos contenedores se cortan para poder adaptarse a las dimensiones de la parcela. En la última planta se colocan solo dos contenedores quedando retranqueados respecto de la línea de fachada creando así una gran terraza a modo de ático.
El programa de la vivienda se compone de garaje, cocina, estar, 3 dormitorios, estudio, 3 baños, lavandería y una zona multiusos en la planta segunda. La vivienda se organiza en torno a dos patios colocados al tresbolillo que posibilitan la ventilación e iluminación de todas las estancias junto con el frente de fachada. Además de la función por excelencia de los patios (iluminar y ventilar), los patios en este proyecto cumplen el cometido de organizar el espacio interior de la vivienda tal como se puede observar en la planta de la vivienda.
El aspecto exterior pretende simular la fachada típica de pueblo con un estilo más contemporáneo reduciendo su escala en la calle para adaptarse a las viviendas colindantes de solo dos plantas. Se emplean sistemas constructivos acordes al sistema estructural de contenedores con elementos prefabricados colocados en seco y aislamiento por el exterior. De esta manera la estructura metálica queda abrigada evitando posibles dilataciones por el salto térmico y protegida del ambiente exterior.
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